Crónicas desde el guardarropa (Prólogo)

Este artículo iba a ser titulado "Mata-Hari empezó de azafata" pero esto del pluriempleo hace que las jornadas laborales en ocasiones sean tan extensas (sí, acabo de llegar del curro) que la acumulación de datos sobrepase cualquier CPU.
Servicios, sector servicios...post venidero, lo prometo.
Decir sólo que mes y medio después de mi primera experiencia gonzo-laboral como comeorejas de una subcontrata de R a domicilio acabé frente a uno de sus jefes escuchando debatir sobre las TIC en Galicia. Eso sí, nadie sabía que escuchaba, porque gracias al santo escarabajo pelotero saben que cada vez que una joven se calza un uniforme de azafaifa el cerebro se le seca. Y para no cambiar la tónica del día, acabé ordenando paraguas por escala cromática y poniendo chaquetas a personajes que las suelen cambiar con frecuencia.
Continuaría divagando pero mi nueva amiga, una ampolla de 2x2 que me ha venido a visitar después de más de 10 horitas de pie, dice que se aburre, así que tendré que darle conversación.
No es mi intención hacer un blog-diario, pero tras leer el artículo de Eli sentí que esto podría ser ligeramente ilustrativo.
Para que olvideis todo lo que acabo de contaros, os lavaré el cerebro con un tema sin parangón, una muestra de arte y de cualidades interpretativas más allá de lo humano, os presento a dos fieras del tubo: "The Back Dorm Boys".
Nota: Por cuestión de los pocos principios que me quedan no os dejaré ninguna de sus versiones de pop yanki aunque las hay divertidas. Os dejo algo mejor...