Lascivia ratuna y el dichoso copyright

Para qué negarlo? El elenco Disney con su aura de inocencia y su ejército de abogados-sabuesoides defendiendo la impoluta imagen de sus personajes son un jugososísimo y apetecible pastel para ese sector de la población que se suele calificar como canallas, bribones, satiristas, depravados reconocidos, libertinos, pecadores, viciosos, herejes y un largo etc. Así que no sé a que viene tanto revuelo cuando Goofy y Minnie hechan un casquete entre bastidores para sacarse los nervios escénicos y después, por aquello del morbo, lo cuelgan en youtube. Lo cierto es que el "escándalo" de octubre en Disneyland París no fue para nada la primera vez que los instintos concupiscentes de las creaciones del Sr. Disney (ese que no está criogenizado) salieron a la luz, aunque lo que sí que es cierto es que tal vez esta haya sido la primera vez que han alcanzado tanta repercusión mediática.

Sobre estas líneas tenéis el "Disneyland Memorial Orgy", obra de Wally Wood, publicado en 1967 en The Realist, la mítica revista humorística underground de Paul Krassner, con motivo del fallecimiento de Walter E. Disney. Lo curioso es que en este caso Disney Intl. (que, dicho sea de paso, forma parte de lo que MacChesney denominó la Santa Trinidad del Sistema Global de Medios junto a la Newscorp de Murdoch y AOL-Time-Warner) optó por no denunciar a la revista para evitar darle mayor difusión al asunto y todos tan contentos. No cayó la misma breva con Air Pirate Funnies (1971), una serie satírica creada por Dan O'Neill y algunos compañeros, que desencadenó una polémica y larga batalla legal durante la que O'Neill acumulaba multas y multas de Disney mientras continuaba recurriendo las sentencias y publicando nuevos números (la edición especial fue a cargo del Mouse Liberation Front). Toda la historia y juicios están recogidos en el libro "The Pirates and The Mouse: Disney's War Against Counterculture" de Bob Levin. Aquí abajo tenéis una muestra de la breve y polémica colección con dos personajes de la familia (N. de T: Clap, además de aplauso, significa gonorrea) .

Dicho esto, sugiero que se reactive el Frente de Liberación de los Ratones que se una en red con el Frente de Liberación dos Galenecos y que celebren todos juntos orgías como la de Disneyland París (qué personajes Disney serían los preferidos por nuestros Galenecos para entregarse al placer carnal??).

PD: Os preguntaréis que siendo yo misma un dibujo animado, si opinaría lo mismo siendo Arale objeto de escarnio similar. Lo cierto es que ya se ha dado el caso, y lo único que me molesta es que debo ser la única en la tira cómica que no se lo está pasando bien. Ntch.