Requiem por Metallica

Odio ir de compras. Lo odio con todas mis fuerzas. Me frustra, me repugna y me hace sentir mal. Odio la barbarie de las rebajas y el carroñerismo al que se entrega la gente por un trozo de fibras sintéticas mal cosidas por niños y/o adultos hacinados bajo uralitas en algún remoto lugar donde sea suficientemente rentable para los bolsillos del oligarca de turno. Por eso las evito con todas mis fuerzas. Pero cada X tiempo los jodidos astros se alinean para acabar de romper o deshilachar las piezas fundamentales de mi vestuario y me veo obligada a sumergirme en el ultramundo de las tiendas de moda.
Pero hoy sucedió algo que fue más allá de lo soportable. Yo iba mentalizada a soportar pésima música tecno a un volumen en el límite de lo soportable...pero no para escuchar Metallica. Obviamente no era el "die, die, die my darling" pero era Metallica al fin y al cabo. Muchas veces me había preguntado cómo definir el declive absoluto de una banda. Aquella entrañable panda de borrachillos ya venía muriéndose desde hace años, pero creo que en el momento en que pongan tu canción en una tienda del imperio Inditex, deberías 1-o denunciarlos (factible según las leyes de dchos de autor y reproducción) 2- coger la pasta y retirarte en las islas Faroe y no reaparecer NUNCA (que a nadie se le ocurra hacer como a Axel Rose, que penita de hombre).
En fin, el caso es que, para variar, no compré nada.